Hay varios tipos de accesibilidad, como por ejemplo la accesibilidad al empleo. La que hablamos en este blog es lo que también llamaríamos Adaptación de calles y edificios.
Este tipo de accesibilidad es bastante compleja y consta de varias partes, como ya dije en la entrevista publicada en Arrels que transcribo en el artículo anterior. Ya de paso agradezco también por aquí a Carolina Sansano y a Carlos Rodríguez por el interés que han tenido sobre este tema. Estas partes son: La misma persona afectada, la familia, amigos, vecinos, el ayuntamiento, los medios de transporte y por último los medios de comunicación.
La persona afectada
Si la persona con discapacidad no quiere salir, no sirve de nada todas las adaptaciones que se hagan. Una vez se ha animado a salir y no puede porque no tiene los recursos necesarios para poder desplazarse debe exigirlos a las personas o autoridades competentes. No hay que pensar que no sirve de nada, insistiendo se consiguen las cosas. Y tampoco hay que armar mucho jaleo, salvo excepciones, con mandar un escrito y si no hacen caso, volverlo a hacer y como digo insistir, se consiguen, también intentando entrevistarse con las personas competentes en la materia.
También a veces hay que ser un poco egoístas, sin pasarse, y si os apetece con alguien acercarse donde esté esa persona y a no ser que os digan que nos vayamos os quedáis. Yo, por ejemplo, aunque ahora pido perdón desde aquí, lo he sido con familiares y amigos, que aunque les notaba que en algunos momentos no les apetecía, me he aprovechado de que les sabía mal decirme que me fuera y me he quedado allí. Pero era esa solución o quedarme en casa.
Por desgracia, aún hay mucha gente que aún pudiendo salir, no lo hace. Y eso no debería de ser así.
La familia
El segundo factor que influye es la familia, animando a esa persona a moverse. Empezando por los padres, hermanos, abuelos, tíos y primos. Yo por ejemplo, como digo en la entrevista, no soy de salir a caminar, pero mi madre, mi hermano y mis tíos me insisten mucho en que lo haga. Además mi hermano fue el que también me animó a hacer un blog sobre algo relacionado con mi discapacidad. Con mis padres y tíos, por ejemplo, yo he tenido muchas discusiones porque me decían que saliera y yo no quería. Mis primos también han influido en que yo salga más a la calle. Por ejemplo, una prima mía fue la que me animó a que fuera con ella a mi primer concierto. Y volviendo a lo del egoísmo que he hablado antes, también he sido egoísta con ella porque me he presentado en sitios donde sabía que estaba y había veces que yo la notaba que no estaba a gusto, porque sus amigas o iban más adelantadas o nos dejaban solos a ella y a mi, y ella nunca se ha quejado y aún hoy en día sigue animando para que vaya a los sitios, cenas, etc... En general toda mi familia me ha animado. Y por lo cual desde aquí les agradezco todo lo que han hecho por mí y a la vez les pido perdón por lo que les he hecho padecer.
Estos ejemplos que son cosas que me han pasado o he hecho, los digo porque aún hay familias y en especial los padres que sobreprotegen a sus hijos con discapacidad y no les dejan salir solos por miedo a que les pase algo, cuando haciéndoles salir hacen que aprendan a valerse por si mismo y ellos al ver que pueden hacer más cosas y les aumenta su propia autoestima, cosa que ocurre al revés si se les sobreprotege.
Amigos
A todas las personas les sube la autoestima si tienen amigos que les apoya en aquello que hacen, les aconsejan, van al cine juntos, museos, etc... Por eso también lo son para una persona con discapacidad. Con ellos van a sitios, les enseñan cosas que no sabían, se cuentan confidencias, etc...
Y volvemos otra vez a ejemplos propios. Yo por ejemplo he ido a pubs, a la playa, etc... Una amiga me enseñó que debo hacer para poder viajar en tren y me animó a que lo hiciera por ejemplo invitandome a ir a su casa. Otros me han enseñado a usar el metro. Por eso considero que también son parte fundamental en la accesibilidad. A mi me han ayudado y enseñado mucho y siguen haciendolo. Y siempre les voy a estar agradecido
También he sigo egoista con otros cuando sabía donde se citaban para salir de marcha, y yo sin avisar me presentaba allí y luego me he aprovechado que no se atrevían a echarme. Por eso vuelvo a pedir perdón.
Por todo esto y más los amigos forman parte de la accesibilidad.
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