La
agammaglobulinemia ligada al cromosoma X, también llamada
agammaglobulinemia de Bruton, es una enfermedad congénita y
transmisión hereditaria ligada al cromosoma X, que se caracteriza
por provocar un déficit de inmunidad (inmunodeficiencia). Los
pacientes afectados presentan incapacidad para que unas células del
sistema inmune llamadas linfocitos B precursores, pasen a convertirse
en linfocitos B y células plasmáticas. Las células plasmáticas
son las encargadas de producir anticuerpos o inmunoglobulinas. Como
consecuencia los pacientes que presentan esta afección carecen de
inmunoglobulinas y son muy propensos a presentar infecciones
repetidas desde la infancia, como otitis, conjuntivitis, dermatitis y
sinusitis. También infecciones graves como neumonía, sepsis o
meningitis que ponen en peligro la vida del enfermo.
La
enfermedad afecta únicamente a los varones y está originada por una
mutación en el gen BTK o tirosin-cinasa de Bruton que se encuentra
situado en el cromosoma X. La BTK juega un papel crucial en la
maduración de los linfocitos B así como en la activación de otras
células, como los mastocitos.
La
primera descripción de la afección fue realizada en el año 1952
por el pediatra norteamericano Ogden Bruton (1908-2003), el cual
estudió detenidamente el caso de un niño de 8 años que presentaba
neumonías recurrentes y falta de gammaglobulimas en sangre.
El
defecto fundamental en la Agammaglobulinemia Ligada al Cromosoma X es
la incapacidad de los linfocitos B precursores de madurar para
convertirse en linfocitos B y finalmente en células plasmáticas.
Dado que carecen de las células responsables de producir
inmonuglobulinas, estos pacientes tienen graves deficiencias de estos
anticuerpos.
CLÍNICA
En
el examen físico de estos niños es típico encontrar la ausencia de
tonsilas y adenopatías, así como una disminución del peso y la
talla para su edad.
Se
ha descrito en algunos pacientes cursan con manifestaciones
autoinmunes como la colitis ulcerativa, una artritis similar a la
reumatoide juvenil y anemia hemolítica autoinmune.
DIAGNÓSTICO
Debe
corroborarse ausencia o la marcada disminución de las 5 clases de
inmunoglobulinas (lgs) en sangre por electroforésis protéica,
difícil antes de los 6 meses de edad, debido a la presencia de Acs
maternos, por lo que se puede realizarse un procedimiento más
invasivo como es una biopsia intestinal que muestre la ausencia de
células plasmáticas en la lámina propia del intestino.
No
se altera en éstos pacientes: la respuesta celular, la
cuantificación de subpoblaciones linfocitarias T, la prueba de
hipersensibilidad retardada, la linfoprofileración frente a la
fitohemaglutinina y el cultivo mixto de linfocitos que muestran
valores normales; de igual forma, la actividad de las células
asesinas naturales es normal.
TRATAMIENTO
El
tratamiento consiste en administrar gammaglobulina IV a razón de 200
– 400 mg/kg/dosis cada 3 a 4 semanas por varios ciclos. Dosis
mayores a 500 mg/kg son efectivas para la prevención de infección
bacteriana, educación a familiares extremando medidas de higiene
personal y ambiental, protección de barreras naturales, evitando
procedimientos invasivos, nutrición adecuada, lactancia, y el uso de
antibióticos sistémicos de amplio espectro en el tratamiento de
infecciones. Debe evitarse el uso de vacunas vivas atenuadas.
Transplante de MO y stem cell y terapia génica para el reemplazo del
gen afectado se ha estudiado para el tratamiento de la enfermedad.
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